viernes, 29 de junio de 2012

EL AMANTE BILINGÜE

Que me perdonen Juan Marsé y Vicente Aranda por copiarles el título de novela y película respectivamente, pero esta vez va de esta moda del bilingüismo tan extendida y, en mi opinión, tan mal aplicada. Esta semana he estado en los tribunales de las tesis de Master del Master erasmus Mundus en Biodiversidad Marina y Conservación, en Gante. Todas las presentaciones eran en inglés, y los alumnos venían de Bélgica, Holanda, Alemania, España, Portugal, Bangladesh, Etiopía, Brasil... no sigo pero la lista abarca más de treinta países. Y lo curioso era que todos habían cursado sus respectivas licenciaturas o grados ¡en su idioma materno!
Aplicar a machamartillo y por decreto el bilingüismo es como hacer lo mismo con la felicidad: no puede imponerse por más que creemos leyes, normas y preceptos. Se construye a largo plazo con un esfuerzo de todos, y con la participación de todos los agentes sociales. Pretender que en la Universidad española los grados sean en inglés ahora, de repente, es un sinsentido. La mayoría de nuestros alumnos son españoles, y de la fracción extranjera la mayor parte son sudamericanos. Nuestra preocupación debe ser ofrecerles una enseñanza de calidad, tanto en contenidos como en habilidades (siento haberme dejado llevar un momento por el boloñismo), y no es lo mismo tratar de comunicar contenidos generales en nuestra lengua que en otra. La docencia es un acto de comunicación, y como tal participan en él un emisor, un receptor y un canal (gracias, McLuhan). Los receptores no tienen, en España, un nivel de inglés suficiente para captar toda la información cuando esta llega en inglés, por lo que parte del mensaje se pierde en el camino; muchos profesores, aunque sea triste decirlo, no alcanzan el mínimo nivel de inglés para impartir su docencia al mismo nivel que la impartida en español. Si sumamos los dos inconvenientes, la reducción de calidad es notable (lo mismo podría decirse del intento desesperado de impartir la formación infantil, la secundaria y el bachillerato en el mismo "pretendido" y pretencioso bilingüismo).
Con esto no estoy abominando de la enseñanza en otro idioma. Pienso que es en el Master donde puede ser obligatoria la enseñanza en la lingua franca del conocimiento en nuestros días. Los másteres son, por vocación, mucho más abiertos. No tienen el mismo perfil tan "doméstico", y de hecho las Universidades están apostando, yo creo que muy acertadamente, por hacerlos lo más internacionales posible. Por ahí sí podemos superar nuestro retraso secular en eso que ahora se llama pomposamente internacionalización, y que no es más, al final, que lo que llevan haciendo desde hace tiempo las grandes instituciones de enseñanza del mundo, ofrecer una formación de calidad para que los mejores alumnos reciban esa formación y sean los mejores embajadores de esas instituciones.
Es, como decía al principio, un esfuerzo que llevará tiempo, pero lo perderemos si nos empeñamos, como hasta ahora, en ser unos provincianos acomplejados que creen que decirle a los alumnos: ai espic beri gud inglis es ser bilingües.

viernes, 25 de mayo de 2012

Acabo de volver de una reunión de proyecto en Bruselas, y vuelvo ilusionado si esta es la dirección a la que apunta la actividad científica. El proyecto se denomina The Network of Knowledge (KNEU), y busca algo tan ambicioso como desarrollar una herramienta efectiva para que el conocimiento científico generado sobre el medio ambiente se traslade a los que toman decisiones. Lo importante no es actuar como un lobby, que de estos ya hay muchos (demasiados) en Bruselas, sino desarrollar un protocolo objetivo de actuación que permita recopilar toda la información disponible, organizarla según parámetros objetivos de calidad y pertinencia, y presentarla de manera accesible para un público que no necesariamente tiene que tener una formación científica. Como acabo de leer en Scientia una (otra más) magnífica entrada sobre transgénicos en la que se menciona a los talibanes antitransgénicos, pongo este ejemplo: si un funcionario de Bruselas es consultado por la posibilidad de permitir el cultivo de una variedad transgénica, tanto los protransgénicos como los anti- llamarán a su puerta y le presionaran, fundamentalmente con propaganda. El funcionario, o más por encima, el político, no tiene la capacidad de separar la información suministrada, y como sabemos bien, por cada informe a favor le entregarán otro en contra. Es parecido a lo que ocurre cada vez que intentamos proponer una evaluación seria de la homeopatía, que rebuscan una abstrusa cita donde se "demuestra" su bondad. Si en lugar de este bombardeo al gestor se le proporciona toda la información, incluyendo informes sesgados de uno y otro lado, y lo avalado por el rigor del método científico, con una valoración crítica basada en un protocolo objetivo que ya existe para estudios sobre medio ambiente (protocolo) basado en lo que se denomina la Colaboración Cochrane en biomedicina, no podrá decir que la decisión no está basada en el conocimiento, y podrá enfrentarse a las objeciones que, con frecuencia, están basadas en la subjetividad.
No todo fue trabajo, por fortuna, y tuvimos la oportunidad de ver la para mí muy poco conocida Bruselas monumental. Como ejemplo, esta es la Casa Solvay, obra del arquitecto Victor Horta, una de las cumbres de lo que se denominó art nouveau.



jueves, 10 de mayo de 2012

ESTE ES EL PROBLEMA
Vivimos tiempos agitados, y recortados, e inciertos, y el lector puede añadir más adjetivos a la lista. Parece que estamos en un cambio de ciclo, aunque no sé si económico, o social, o todo a la vez. Tenemos más preguntas que respuestas, y eso produce una sensación de incertidumbre que acaba transformándose en miedo, y por ello nos convierte en pesimistas. Parte del problema viene de esa incertidumbre que nos acongoja, y este estudio de la Fundación BBVA (estudio Fundación BBVA) puede ofrecer alguna explicación. Somos el país con mayor incultura científica y mayor distancia respecto a la ciencia. La ciencia ofrece explicaciones racionales a los problemas cotidianos, y proporciona respuestas que a su vez sirven para proponer nuevas preguntas, como el haz de la linterna en la oscuridad va revelando nuevos espacios. Sin ciencia somos más irracionales, y esto no es bueno. No podemos conformarnos, y es necesario que todos hagamos por mejorar esta situación. Que los gobernantes piensen si compensa tanta reducción en investigación científica, que los científicos nos dediquemos con más entusiasmo a comunicar al resto de la sociedad nuestras investigaciones, y que el público en general se tome un momento para mirar a su alrededor con la curiosidad de los niños, porque esa mirada curiosa es el germen del avance del conocimiento.

lunes, 7 de mayo de 2012

FOTOESTUPIDEZ
Gracias a Magonia, el blog de Luis Gámez (http://blogs.elcorreo.com/magonia/) he descubierto esta perla de la superchería
La autora cobra 30 euros por asistir a esta "conferencia". Como yo he medido alguna vez fotosíntesis en algas, me atrevo a desmentir este supuesto milagro. En primer lugar, la melanina sí que es un pigmento fotorreceptor. Es decir, es una molécula orgánica que reacciona frente a la luz. ¿Qué quiere decir que reacciona? Pues que su configuración electrónica, o su estructura molecular, se modifican cuando un fotón choca contra la molécula. Hasta aquí todo correcto. Lo malo es que este cambio no tiene absolutamente nada que ver con la fotosíntesis. La melanina actúa como mecanismo de fotoprotección, y absorbe selectivamente los fotones de la radiación ultravioleta. Como consecuencia de la absorción, adquiere mayor energía, y vuelve a su estado menos energético emitiendo energía en forma de calor. Gracias a esta emisión el efecto dañino de la radiación UV desaparece y las células, y en especial el DNA que contienen, está protegido frente a mutaciones.
La fotosíntesis es algo completamente distinto. El fotón choca contra un pigmento fotosintético (el más conocido, y el que da el color verde a las plantas superiores, es la clorofila), que se excita y pasa a un estado más energético. Al volver al estado relajado pierde un electrón y transfiere esta energía, mayoritariamente, a un sistema molecular de transporte que termina produciendo dos transformaciones en dos moléculas de pequeño tamaño: el ATP, que es una especie de almacén molecular de energía, y el NADP, que es un almacén de poder reductor. Ambas se van a utilizar en conseguir que el CO2 se convierta en carbono orgánico.
La única semejanza entre el pigmento melanina y el pigmento clorofila, por tanto, está en que ambos reaccionan cuando reciben el impacto de un fotón, pero ni el fotón es del mismo tipo (UV en la melanina, luz visible en la clorofila) ni la respuesta en el retorno al estado relajado es la misma. Proponer por lo tanto una fotosíntesis humana es un disparate, y allá aquellos que quieran pagar 30 euros, en estos tiempos, por escuchar tal disparate.

jueves, 3 de mayo de 2012

Este es el enlace http://vimeo.com/32676713 a una presentación de la Semana de la Ciencia del año pasado sobre algunas criaturas fantásticas, y como con un poco de ciencia se pueden desmontar estos mitos. La grabación no es que sea muy buena, pero se puede ver.

martes, 24 de abril de 2012

CIENCIA MENUDA...MENUDA CIENCIA!
No todo es descubrir el misterio de la vida o la estructura de la doble hélice. A veces hay resultados que hay que leerlos dos veces para creerlos link. Y sí, para los que no se lo crean, está hablando realmente de los pedos de los peces.
Este es menos gracioso, pero también original. ¿Quién dijo que no existía la ballena blanca? Asesina, pero ballena y blanca link. Única en su especie, y no es una metáfora.

miércoles, 18 de abril de 2012

EL ÁRBOL DE LA VIDA
No me refiero a la peculiar película de Terrence Malick, sino a la representación gráfica de las relaciones filogenéticas entre organismos construida a partir del análisis de secuencias de material genético.
En un artículo reciente en Science link un grupo de investigadores han utilizado el genoma de un alga unicelular, de nombre Cyanophora paradoxa, para explicar el origen de la fotosíntesis mediante la teoría de la endosimbiosis primaria. Para los no iniciados, esta teoría propone que los organismos eucariotas (es decir, aquellos con estructura celular y núcleo con envoltura propia, en pocas palabras) adquirieron la propiedad de sintetizar compuestos orgánicos a partir del CO2 atmosférico utilizando la luz solar como fuente de energía a partir de la simbiosis entre un organismo procariota no fotosintético y una bacteria fotosintética, dando lugar a una 'protoalga' que sería el antecesor más antiguo de todos los eucariotas fotosintéticos actuales. Los resultados publicados en Science son una demostración clara de este modelo, de modo que ese ancestro contendría ya la mayor parte de las innovaciones evolutivas que caracterizan a plantas superiores y algas.


Esto simplifica considerablemente los modelos de evolución de la fotosíntesis en eucariotas, aunque no explica la asombrosa diversificación posterior entre plantas superiores, algas verdes, algas rojas y otros grupos de algas, pero es tema para otra entrada.